
Dicen
que no hay secretos más difíciles de guardar que aquellos que conoce todo el
mundo de modo que no desvelaremos nada que no se sepa si decimos que uno de los
secretos del restaurante de cocina creativa en EL BARCO DE ÁVILA es la calidad de la materia prima que utilizamos para nuestros
platos. Hemos dedicado los últimos artículos a las carnes rojas, a la mejor
forma de prepararlas y a su maridaje perfecto con algunos vinos.
En esta ocasión te vamos a contar el criterio que empleamos en el mejor restaurante de cocina creativa en EL BARCO DE ÁVILA para elegir la carne que vamos a servir a nuestros clientes. Cuando vas a la
carnicería o al supermercado seguro que te has fijado en que hay piezas
diferentes marcadas como ternera, añojo, buey… se trata de las diferentes
edades a las que han sido sacrificadas las reses en el matadero. Y cada una de
ellas tiene sus propias características. La carne de ternera blanca proviene de
animales sacrificados antes de que hayan cumplido su primer año. Hasta ese
momento su alimentación ha sido casi exclusivamente la leche materna por eso, la
carne de ternera blanca es muy tierna, y de un sabor muy suave.
De las reses que llegan al matadero con más de un año de vida proviene el añojo.
Su alimentación ya incluye piensos y pastos, su carne empieza a tener un color
más rojo, es algo más sabrosa que la ternera blanca y también es muy tierna al
cortarla.
La carne de novillo pertenece a reses que entran en el matadero poco antes de
cumplir los dos años. Su carne es de un color mucho más vivo y más sabrosa que
el añojo, aunque también es algo menos tierna. Sin embargo, quienes aprecian
realmente las carnes rojas a la brasa prefieren casi siempre los chuletones de
cebón, de buey o de toro, animales con más de dos años. Estas carnes son de un
color rojo intenso al igual que su sabor. Y es ese sabor tan especial el que
atrae a muchos clientes a las mesas de Ly. 2.